
We are searching data for your request:
Upon completion, a link will appear to access the found materials.
Uno de los jóvenes artistas que comenzó su vida creativa como un simple hijo de un peluquero. Su padre puso a la venta el trabajo de su hijo, y tenían buena demanda. Un artista notó el talento de un niño y lo invitó a la Royal Academy of Arts, donde le enseñaron la aplicación correcta de los frotis y los conceptos básicos de composición. Como un verdadero artista, Turner tenía poco conocimiento de estas habilidades y comenzó sus experimentos basados en observaciones de la naturaleza y las personas. Fanático del pincel al óleo holandés, recreó muchas pinturas con esta técnica.
El maestro trabajó en el estilo del romanticismo, que tenía una serie de características especiales:
Regresar a las tradiciones populares.
Negación de la evolución y la búsqueda del progreso tecnológico.
El rechazo de los cánones clásicos.
Reflexión del mundo interior del hombre.
Para el artista, las conexiones entre el hombre y la naturaleza eran importantes. La trama propuesta al espectador crea una doble impresión. Por un lado, se muestra la proximidad a la naturaleza de la civilización. La belleza y lo pintoresco de este lugar es lo más destacado. Por otro lado, uno puede notar que la armonía se rompe. Los árboles y animales cercanos no aparecen en el fondo, solo hay páramos y sin árboles. La ciudad es un punto de tránsito en el camino del páramo.
La riqueza de la vida se transmite a través de un espeso tono verde y el movimiento de los animales, congelados en poses dinámicas. Miran al espectador, como si vieran en el espectador un cazador y destructor de un reino de calma y armonía. Los edificios blancos parecen borrar el color de la imagen, iluminando y limpiando el área.
La imagen evoca la calma con sus cálidos colores pastel que traen armonía al alma de una persona. Cada detalle se representa cuidadosamente y es parte de un todo único que se mueve y vive su propia vida.
Balcón Eduard Manet